miércoles, 11 de septiembre de 2013

DEL VALLE DEL TURBÓN AL VALLE DE OTAL. (Huesca)

El Valle del Turbón es un valle colgado sobre el Valle de Bujaruelo que sobre todo es visitado por espeleólogos. La razón es obvia; debajo de este valle se desarrolla uno de los sistemas subterráneos más importantes de España, el Sistema Arañonera. La boca más alta, el Foratón de Tendeñera se sitúa a casi 2.700 m de altitud y la travesía entre esta boca y la Cueva de Santa Elena es la segunda mayor del mundo en desnivel después de la de Lampreschtsofen en Austria.
El ascenso al Valle del Turbón se hace desde las cercanías del Camping de Sta. Elena, el valle de Bujaruelo. Un poste de conducción eléctrica y una inscripción en una piedra nos sirven de indicación para entrar en una senda que sube de forma directa en un bosque tupido hacia lo alto de valle. El ascenso no suele dejar indiferente a nadie y menos si se va cargado. No da tregua hasta ya muy arriba. Es posible poder conseguir agua un poco antes de llegar a los prados de la T1 o Grallera del Turbón, situada a 1.950 m de altitud. Las dos bocas son bien visibles y actualmente el Espeleosocorro Aragonés ha reequipado la cavidad. No se deben quitar las cuerdas que puede haber colocadas pues puede haber equipos explorando en el sistema. El día de la visita, había un cartel advirtiendo esto último. Desde la T1, el collado Royo es visible y el ascenso no presenta dificultades especiales. Las vistas desde el Collado Royo y del Pico Royo sobre el Valle de Otal y todas las montañas que lo circundan son espectaculares.
Numerosos grupos de espeleólogos realizan todos los años la travesía entre la T1 y la Cueva de Santa Elena.
Desde este punto se pueden ver las calizas de las Crestas de Año y el contacto con las areniscas de Marboré en el Pico Tendeñera. En la base de las Crestas de Año  se encuentra la Sima del Camino del Ara o A-31 (entrada intermedia del sistema), que hasta bien entrado el estío puede estar tapada de nieve.
Para descender al Valle de Otal hay que tener la precaución de no "embarcarse". Puede ser muy complicado descender del Collado Royo de forma directa. Hay enormes cortados que pueden ponernos en dificultades. Lo que hay que hacer es una larga travesía hacia el oeste y luego sin dificultades bajar hasta el valle. Es posible encontarmarcas rojas dejadas por los espeleólogos