domingo, 14 de febrero de 2021

COVID Y VACUNAS

 

Todos los años, por navidades, los deseos suelen ser siempre los mismos. Salud, paz, felicidad, y un largo etcétera. Son buenas intenciones en unas fechas muy significativas y entrañables para todo el mundo. El cambio de año del 2019 al 2020 no escapó de estos anhelos, pero nadie imaginaba lo que se avecinaba. La pandemia del SARS-CoV-2.

En el mes de marzo de 2020, todos los indicadores de que algo muy inquietante iba a pasar, se cumplieron. Nos enfrentamos a la mayor crisis sanitaria y económica desde las guerras mundiales. ¡Nadie lo había sospechado!

La asistencia sanitaria se vio desbordada en todos los países y el gobierno se vio abocado a instaurar el “estado de alarma”. Y aún, en la fecha que escribo esto, las cosas no han cambiado significativamente. Hasta que gran parte de la población no sea vacunada, estaremos a merced de la evolución de la pandemia.

Posiblemente la mayoría de las personas todavía no conocen a  gente que se haya vacunado con las dos dosis. La vacunación ha seguido, en la mayoría de los casos, (a excepción de escándalos conocidos y difundidos por los medios de información)  un riguroso orden. 

En mi condición de sanitario (médico especialista en anestesiología y reanimación) ya me han sido administradas las dos dosis de la vacuna. Posiblemente seré uno de los primeros espeleólogos en recibirla. Se escuchan demasiadas opiniones sobre la vacuna, que va a ser sin duda la única forma de acabar con esta pandemia. 

En este blog puedo contar que el único "efecto secundario" que he notado es dolor en el punto de inyección durante 24 h, nada más. Algunos compañeros sí que han experimentado alguna cefalea, febrícula y algo de cansancio durante 24 h.

Las reticencias a vacunarse carecen de toda lógica; y los beneficios son obvios. Trabajar todos los días viendo los efectos de esta nueva enfermedad dan otra perspectiva diferente a los que solo hablan de oídas, por ello antes de tomar una decisión equivocada hay que informarse adecuadamente. 

¡ Nos puede costar la vida !

BARRANCO AMETZARTE. Monte Ganekogorta. ALONSÓTEGI (Bizkaia)

En estos tiempos del Covid. Esta pesadilla de pandemia que nos tiene a todos muy preocupados porque aun no vemos el final, es complicado hacer actividades deportivas. El confinamiento perimetral en el cual estamos casi todos inmersos no permite que nos podamos mover mucho. 

Ayer, día 14.02.2021 nos fuimos a explorar unas cascadas bien visibles desde una pista que rodea el emblemático monte Ganekogorta (999 m) por su cara sur. Esta montaña es ascendida por miles de personas todos los años, pero a pesar de ello todavía parece que quedan cosas por descubrir. El barranco que descendimos ayer es un ejemplo. 

El barranco lo he denominado AMETZARTE, al haber encontrado unos topónimos cercanos a su cauce en algunos mapas. Se trata de un arroyo permanente que discurre por la cara norte del citado monte y desemboca como todos los arroyos en el embalse de Artiga, en el TM de Alonsótegi (Bizkaia). El acceso se puede hacer, si se dispone de un vehículo 4x4, desde Alonsótegi por una pista en muy buen estado que suele ser frecuentada por ciclistas de montaña sobre todo.  La pista pasa por donde acaba el descenso del barranco, a 500 m de altitud. 

Otra opción, la que no nos quedó otro remedio por el confinamiento, es acceder desde Bilbao por la pista que sube al monte Pagasarri y de ahí ir a buscar el final del descenso junto a la pista. 👍

El acceso a la cabecera es al principio sencilla. Tomamos una pista secundaria a unos 100 m al O del final del barranco siguiendo la pista principal. La pista zizaguea hasta un punto en el cual termina; a partir de ese punto hay que ascender por la ladera entre brezos a buscar un punto por el cual acceder al cauce. Nosotros subimos 220 m y en ese punto comenzamos el descenso. 

El barranco es un arroyo emboscado en su comienzo con rampas pronunciadas en el cual es sencillo instalar rápeles. Ya más abajo, el barranco se abre y los árboles desaparecen. El barranco gana en estética ya hasta el final, que acaba justo en la pista a 500 m de altitud. En total son unos 400 m de longitud y 200 m de desnivel. 

No es gran cosa, pero en estos tiempos es menos que nada. ¡ Una curiosidad  !

Esta próxima semana colgaré el esquema del barranco y datos del material necesario.

NOTA: Varios amigos nos acompañaron y  ayudaron a llevar material. ¡Bilbao... queda lejos! Bernardo, en concreto, cargó con bastante. ¡ Estaba motivado!😉