Este año se acaba ya. Para mucha gente habrá sido un año aciago. El 13, para los supersticiosos, es un número maldito y tendrá que pasar bastante tiempo para que se repita.
Hoy, aunque la meteo anunciaba alguna posibilidad de lluvias, no hemos hecho demasiado caso y nos hemos ido a despedir el año a esta sierra que tan bien conocemos. Eso sí, sabíamos de la posibilidad de fuertes vientos y los partes meteorológicos no se han equivocado.
Pertrechados con ropa de abrigo hemos recorrido los escarpes del Pico de Aro, Añes, Eskutxi, Ungino y el Somo.
La curiosidad nunca falta y hemos descubierto una nueva cavidad medio tapada por los pastores de la zona que en cuanto tengamos tiempo iremos a ver.
Cerca del refugio de "El Nido", próximo a las "Txaulas de Kobata" hemos visto los efectos de la última ciclogénesis explosiva. Una enorme haya se ha partido en dos, cayendo alguna de sus ramas sobre el techo del refugio.
Al observar el haya,
hemos visto una clavija anclada en una de sus ramas, que debe llevar un buen número de años. Suponemos que debió ser colocada por algún espeleólogo para hacer prácticas en exterior. Hecho que deberemos confirmar preguntando a quienes conocemos.
Fotos: D. Dulanto