Casi olvidada por los escaladores, esta montaña ha visto en pocos años, la apertura de un enorme número de vías de escalada en sus imponentes farallones de la cara norte y sur. Ha sido publicado en la revista Desnivel nº 311 (Mayo 2012) un monográfico sobre escaladas en esta montaña. El artículo, extenso y concienzudo, aborda la historia de la escalada en esta montaña con itinerarios, buenos esquemas y mucha información adicional; aunque también hay ciertas ciertas exageraciones como que "Peña Montañesa esta llena de víboras, garrapatas y pulgas" (sic); al citar los peligros de esta montaña. Las garrapatas son las únicas que representan un peligro real por las enfermedades que pueden transmitir y están en todas las montañas.
El acceso más sencillo a esta montaña se hace desde las proximidades del San Victorián (San Beturián) un antiquísimo monasterio actualmente restaurado.
Para llegar a este monasterio hay que aproximarse a ONCINS, un pequeño pueblo situado a unos 15 km. de Ainsa. 500 m antes de llegar al monasterio de San Victorián y cerca de la ermita del Pilar, hay un aparcamiento en donde se puede dejar el vehículo. El camino que asciende a Peña Montañesa es fácil de seguir al haber muchos hitos y la senda es franca. A media altura existen varias marcas de pintura roja para indicar el acceso a diferentes "fajas"; la Faja Toro, la Faixana Alta, que pueden recorrerse como vía alternativa de ascenso o descenso; si bien no son tan sencillas como la subida normal.
Las vistas desde esta cumbre son espectaculares, sobre todo sobre el Macizo de Cotiella, tan poco visitado y tan aislado.
Pocos grupos espeleológicos han trabajado en este macizo y los que lo han hecho se han centrado en la parte occidental de la Sierra.
En caso de niebla se deben extremar las precauciones. En 2011, en el mes de abril, desapareció un montañero y a pesar de una intensísima búsqueda aún no ha sido hallado.
