El día 26 de julio nos encontramos en Salmantón (Alava) un grupo de personas, todos ellos espeleólogos, para realizar la travesá entre la boca de la SR-7 y la SI-44; ambas, entradas al Sistema del Hayal de la Ponata. El Sistema es aún la cavidad de más desarrollo de Euskadi (Comunidad Autónoma del País Vasco), con más de 50 km de galerías topografiadas desde el año 1983, año de su descubrimiento.
Realizamos la travesía: David y Gorka (antiguos miembros del GEA), un grupo de espeleólogos franceses, entre los que se encontraban "los Degouve" y dos belgas. En total 11 personas. El descenso de la SR-7 fue algo lento al tener que ir recuperando las cuerdas y ser un grupo bastante numeroso. Las instalaciones están en buen estado y no hubo problemas en la recuperación.
Llegamos al famoso paso sifonable y como en esta cavidad no hay calentador de agua se oyeron ciertos "gritos" al tener que meter la cabeza debajo del agua para pasar. Es solo un metro, pero el agua está fría. 50 metros más adelante nos cambiamos y seguimos el Río de Kobata, como siempre precioso.
Las instalaciones de esta zona tienen ya bastantes años y necesitan un cambio.
Llegamos al Pozo 23 sin problemas, y ya arriba comimos antes de seguir. La cavidad resultó para el grupo invitado una sorpresa, pues no se imaginaban unas dimensiones como las que tiene. Pasamos sucesivamante Papá Paulova, la Galería Indianapolis, el Paso del Bizkaino. Tras este punto se encuentra la famosa Alcantarilla. El río llevaba poca agua con lo cual pasamos este punto rápidamente. Tras este paso se encuentran grandes galerías en las cuales se avanza rápidamente hasta llegar a La Galería Atlética, que se halla en algunos puntos equipada con un pasamanos en no muy buen estado.
Nos tomamos un pequeño descanso antes de llegar a La Paulova, meandro de unos 300 m de longitud en el cual es preciso avanzar "en altura" al ser muy exigua su base. Unos cuantos pozos al final de la misma nos llevan a la boca de la SI-44. La niebla, fenómeno meteorológico frecuente en la Sierra Sálvada, nos impidió ver un bonito atardecer.
Subimos a los vehículos que habíamos dejado en la parte alta de la pista y descendimos hasta Salmantón para despedirnos. En total fueron 9 horas de travesía entre las dos cavidades.
Las impresiones de nuestros visitantes de la travesía fueron muy buenas y agradecieron la invitación.