El fin de semana del 14-15 de diciembre se celebró otro nuevo de curso de Intervinientes en Espeleología organizado por el Espeleosocorro Vasco (Euskal Espeleologi Laguntza).
Los anteriores cursos, de los cuales ya llevamos realizados unos cuantos, han tenido una gran aceptación, pues se trata de cursos en los que hace hincapié en aspectos eminentemente prácticos a los de los pura teoría. Con ello, se trata de dotar a los espeleólogos de conocimientos fundamentales para sobrellevar las primeras circunstancias que acontecen a un accidente o un suceso inesperado; y con ello, intentar no cometer errores que puedan empeorar una situación, ya de por sí complicada, antes de la llegada de medios especializados.
La filosofía del curso se basa en conseguir que todo sea simple y fácil de realizar. Cualquier maniobra, gesto o acción difícil de aprender, sencillamente no se hará. Queremos evitar toda complicación innecesaria en los talleres del curso.
¡ NO BUSQUES PROBLEMAS...VENDRÁN SOLOS !
El sábado, en pequeños grupos de 5 personas, se ensayaron/enseñaron diversas técnicas.
Talleres
- RCP basica
- Movilización de heridos con medios de fortuna (camillas improvisadas, transporte, arrastre, etc...)
- Inmovilización de fracturas con medios de fortuna. Reducción de fracturas y luxaciones
- Taller de Hipotermia
- Taller de Punto caliente
- Etc.
Hay que recordar que la primera ayuda SIEMPRE debe llegar de los compañeros del accidentado. Las características de muchas cavidades hacen que muchas veces la ayuda especializada va a tardar mucho en llegar, en ocasiones días. Por ello, hay que ser conscientes que "saber" unas cuantas cosas nos va a ayudar mucho.
Muchas de las cosas que tenemos a mano pueden servir para solventar situaciones complicadas.
El domingo, 15 de diciembre, se dedicó a ensayar en cavidad lo aprendido el día anterior.
En unos días colgaré en el blog lo que preconizo que debe llevar todo espeleólogo como botiquín.
Entre todo lo que se enseñó a los asistentes, destaca un novedoso método de trasporte de heridos. Se trata de sujetar el arnés del herido al arnés de pecho del socorrista por la parte posterior. Esta maniobra evita una evacuación menos agotadora en el caso que el transporte se haga por los propios compañeros del accidentado. (ver fotos)
Fotografias: Sergio Laburu, Iñigo Alústiza, Urtzi Kalonje