Ayer me fui al cine a ver la peli 127 horas. Conocía la historia desde hace años pues me impactó al verla en los medios de comunicación. La película narra la historia de Aaron Ralston En 2003, mientras estaba en un viaje de senderismo en Blue John Canyon (cerca de Moab, Utah), una roca se desprendió, aplastando su antebrazo derecho y atrapándolo contra la pared del cañón. Ralston no había contado a nadie sus planes de ir de excursión y sabía que nadie estaría buscándolo. Suponiendo que iba a morir, pasó cinco días sorbiendo lentamente su pequeña cantidad de agua restante tratando de sacar el brazo. Sus esfuerzos fueron inútiles ya que no podía desalojar su brazo. Con el tiempo se quedó sin agua, talló su nombre, fecha de nacimiento y la presunta fecha de la muerte en la pared del cañón de piedra arenisca, y grabó en vídeo un último adiós a su familia.
Después de cinco días tratando de levantar y romper la roca, el deshidratado y delirante Ralston se dispuso a amputar el antebrazo derecho atrapado con el fin de escapar. Aunque nunca nombró al fabricante de la herramienta, lo describe como "lo que obtendrías si compraras una linterna de 15$ y te regalaran una herramienta multi-uso". Después de liberarse, todavía estaba a veintisiete kilómetros de su vehículo, y no tenía teléfono móvil. Tuvo que hacer rappel en una escarpada pared de 65 pies (19,812 m) y luego caminó por el cañón bajo el caliente sol del mediodía. En el camino se encontró con una pareja de vacaciones de los Países Bajos, Eric Meijer y Monique, y su hijo, Andy, quienes le dieron agua y alertaron a las autoridades. Fue finalmente rescatado por un equipo de búsqueda en helicóptero seis horas después de la amputación de su brazo. Su brazo fue retirado de debajo de la roca y recuperado por las autoridades del parque. Fue incinerado por Ralston. Luego regresó a la escena del accidente con Tom Brokaw seis meses más tarde, en su cumpleaños, por dos razones: para filmar el episodio de NBC Dateline de su accidente, y para esparcir allí las cenizas de su brazo donde él dice, "que pertenecen."
Después de cinco días tratando de levantar y romper la roca, el deshidratado y delirante Ralston se dispuso a amputar el antebrazo derecho atrapado con el fin de escapar. Aunque nunca nombró al fabricante de la herramienta, lo describe como "lo que obtendrías si compraras una linterna de 15$ y te regalaran una herramienta multi-uso". Después de liberarse, todavía estaba a veintisiete kilómetros de su vehículo, y no tenía teléfono móvil. Tuvo que hacer rappel en una escarpada pared de 65 pies (19,812 m) y luego caminó por el cañón bajo el caliente sol del mediodía. En el camino se encontró con una pareja de vacaciones de los Países Bajos, Eric Meijer y Monique, y su hijo, Andy, quienes le dieron agua y alertaron a las autoridades. Fue finalmente rescatado por un equipo de búsqueda en helicóptero seis horas después de la amputación de su brazo. Su brazo fue retirado de debajo de la roca y recuperado por las autoridades del parque. Fue incinerado por Ralston. Luego regresó a la escena del accidente con Tom Brokaw seis meses más tarde, en su cumpleaños, por dos razones: para filmar el episodio de NBC Dateline de su accidente, y para esparcir allí las cenizas de su brazo donde él dice, "que pertenecen."
La película me ha parecido estupenda (absolutamente recomendable). Los practicantes del descenso de barrancos deberían verla. Se pueden sacar conclusiones importantes para evitar un desenlace trágico. ¡ NO ir solo núnca ! ¡ Avisar a alguien a donde vamos ! ¡ Llevar cosas que nos pueden ser útiles!
También se ha estrenado otra película basada en hechos reales de unos espeleólogos australianos (EL SANTUARIO). La peli, aunque está avalada por James Cameron, ha tenido unas críticas funestas. Hay quien dice que es una de las peores de 2010.
En fín... "LA CARA Y LA CRUZ..."