Espeleólogos hallan tres especies desconocidas de invertebrados en la caverna más antigua de Urdaibai
Científicos han descubierto tres especies de invertebrados en la cueva Goikoetxe de Busturia, considerada la más antigua de Urdaibai y descubierta hace dos años por casualidad después de que un ganadero detectara una grieta en su cuadra. Los organismos acuáticos hallados son un gusano, un caracol y un crustáceo que hasta ahora eran desconocidos para la ciencia. «Las muestras fueron enviadas para realizar pruebas de ADN que determinaron que fueron únicas. No obstante, este hallazgo es más común de lo que parece, sobre todo en ejemplares diminutos», aseguró el experto Carlos Prieto que junto a Ana Isabel Camacho, investigadora del CESID, y Carlos Puch, colaboraron en el análisis de la fauna cavernícola.
Investigadores procedentes de toda España desvelaron ayer los estudios realizados en esta caverna para rastrear la evolución climática de Urdaibai. «Estamos ante un puzzle del que sólo hemos descubierto unas piezas. La cavidad posee una gran riqueza visual y restos paleontológicos y sedimentarios que nos ayudarán a conocer el clima de hace un millón de años», afirmaron los científicos en el Centro de Biodiversidad de Euskadi, en la Torre Madariaga de Busturia.
Cambio climático
El descubrimiento de la cueva en 2009 no tardó en despertar la curiosidad de los espeleólogos de Gernika, que decidieron explorarla y a finales del pasado año la clausuraron para su posterior estudio. «A partir de este momento, zoólogos, geólogos, paleontólogos y científicos de prestigio han contribuido para conocer la evolución paisajística y climática de la zona», indicó Gotzon Aranzabal, miembro de la Asociación de Espeleólogos de Gernika (ADES).
La gruta tiene una belleza incomparable y es la segunda más grande de Urdaibai. La galería tiene tres kilómetros y medio, con algunos tramos peligrosos, y por su interior discurre un río subterráneo que obliga a enfundarse el traje de buceo. «Las estalactitas rojas son únicas en toda Europa, no existe nada igual. Surgen de la pared y no se forman como el resto, por acumulación de agua», añadió Aranzabal. El acceso será restringido a la investigación porque la afluencia de visitantes dañaría su interior y además la incursión a la sima es arriesgada.
En su interior se han recogido restos óseos de hace 300.000 años de animales extintos, como bisontes, osos o ciervos. «Algunas especies más propias de climas fríos han vivido aquí antiguamente, porque en los últimos cinco millones de años el clima ha cambiado mucho», manifestó el espeleólogo alavés Javi Maeztu. Hasta ahora no se han recopilado vestigios humanos; quizá no la habitaron al ser tan húmeda. «Es la cavidad más antigua de la comarca y no descartamos que haya alguna huella humana», apuntó el arqueólogo Juan Carlos López.
El estudio multidisciplinar realizado hasta ahora ha contado con la colaboración de la Diputación y el Departamento de Medio Ambiente de Gobierno vasco a través de la figura de custodia del territorio. «Sin la ayuda económica de las instituciones y la colaboración desinteresada de los espeleólogos de Euskadi no podríamos profundizar en nuestro patrimonio. Goikoetxe es la estrella de la corona, al menos geológicamente hablando. En su interior queda aún mucho por descifrar», admiten desde ADES.