domingo, 17 de noviembre de 2019

RIESENDING (Alemania). Revista GEO Nº 280. 2010

Hoy, revisando algunas revistas antiguas he visto con sorpresa, pues no me acordaba, un artículo sobre la cavidad de Riesending, la más profunda de Alemania y en la cual, en junio de 2014 se desarrolló un extraordinario rescate.
En el artículo titulado: Descenso al laberinto de los enigmas. GEO 2010; nº 280: 24-37. Texto: Lars Abromeit; y fotografías de Carsten Peter; leo lo siguiente.

El monótono ascenso por cuerda obliga a reflexionar. Por desgracia. No quiero pensar demasiado. No quiero imaginarme qué esfuerzos nos esperan. Y lo que podría pasar. Pero la oscuridad me hace escuchar lo que resuena dentro de mí: los peligros de la profundidad; un solo resbalón sobre la roca mojada; un bloque que se desprende; una pierna rota, ¿y después? Habría que reunir los mejores espeleólogos y equipos de rescate de montaña de Europa para sacar a un herido de Riesending. Incluso ellos no podrían hacer nada si un desprendimiento enterrara los pozos inferiores o si una entrada de agua inundara un estrecho en el momento equivocado. Los especialistas conocen el riesgo. No debe pasar nada, dicen.



Desde luego este relato resulta premonitorio. Cuatro años después, en el mes de junio de 2014  Johann Westhauser, tuvo un gravísimo accidente, que gracias a la suerte y a los rescatadores tuvo un final feliz. -Johann era uno de los espeleólogos  citados en el artículo- 
Incluso en esta ocasión, quien redacta el texto describe que, una gran roca, del tamaño de una caja de cerveza (son alemanes) cayó durante el ascenso pero afortunadamente no sucedió nada.

Toda exploración entraña riesgos, incluso para los más expertos....