La parte sur de la Sierra Sálvada es mucho menos visitada que la zona norte, en donde se hallan los grandes escarpes y las cimas de las montañas. Sin embargo, el sur está poblado de robledales y zonas que merecen una visita. Además la ya famosa Cueva del Rebollar II, que está permitiendo explorar más cómodamente las zonas profundas del Sistema del Hayal de la Ponata, se encuentra en uno de esos barrancos.
El itinerario seguido parte desde cerca del pequeño pueblo de Baró. Núcleo habitado, pero no visitable por ser una finca privada.
A unos 3 km del Pto. de Angulo, en dirección al Valle de Losa, se halla la desviación a Baró. Una carretera en mal estado permite llegar hasta un descampado en el que hay que dejar el vehículo. Desde aquí nos dirigimos hacia el riachuelo, que en verano o en estiaje suele estar casi seco. Atravesamos una valla y seguimos hacia el N una pista que nos acerca a un bosquete de robles. La valla que cerca la finca de Baró queda a nuestra derecha. Esta pista es la que suelen utilizar los grupos espeleológicos que exploran la Cueva del Rebollar para acercarse lo más posible.
La pista acaba en un pequeño collado desde donde se pueden divisar los barrancos de la parte sur de la isla. Atravesando la valla (hay paso) seguimos un pequeño sendero que se dirige hacia la Cueva del Rebollar. Desde este collado se puede acceder fácilmente en unos 20 min. sin apenas desnivel. En la margen derecha del barranco de Llosas (denominado así según algunos mapas) se encuentra la Cueva del Rebollar. El trabajo de los grupos espeleológicos ha modificado el cauce del riachuelo para evitar que las crecidas inundasen la cavidad.
Para seguir hacia la sierra lo mejor es remontar por la loma de la margen derecha del barrancos hasta llegar a las planicies de la sierra. Desde ahí se puede llegar fácilmente al Pozo de Mandagoa. Cerca de este punto se encuentra a unos 100 m de profundidad la famosa Sala de los Espejos del Sistema del Hayal de la Ponata. El punto exacto en que se encuentra la sala fue "geolocalizado" con la ayuda de varios expertos de la Universidad de Zaragoza hace unos años.
El regreso al punto de partida se puede hacer siguiendo hacia el sur rodeando la valla de la finca de Baró. Una pista permite llegar hasta el despoblado de Villota (antena) y desde ahí a la Balsa de Teza. Cruzando la balsa por la derecha podemos llegar de nuevo al punto de partida.